Tehuacán, Puebla.- La circulación de un audio atribuido a Miguel Ángel N. alias “El Animal”, ha abierto un nuevo frente de cuestionamientos sobre el uso irresponsable de nombres e investiduras del más alto nivel del Poder Judicial para presumir influencias y aparentar impunidad.
En la grabación, se escucha la supuesta voz de Miguel Angel N. afirmar que sostuvo un encuentro con la Ministra Loretta Ortiz Ahlf, integrante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y actualmente adscrita a la Primera Sala.
“¿Quieres saber con quién estuve hoy? Estuve hoy con ella, Loretta Ortiz Ahlf, Ministra de la Suprema Corte de la Nación de México, Primera Sala… ella votó a favor de nosotros, derrotó a todos los que estaban ahí”, se escucha decir en el audio, acompañado de expresiones despectivas hacia otros actores judiciales.
El señalamiento no prueba, por sí mismo, ningún acto indebido de la Ministra Ortiz Ahlf. No existe evidencia pública que confirme una relación personal, profesional o procesal entre la integrante de la Corte y Miguel N., ni mucho menos que la Ministra haya intervenido para favorecer intereses particulares, como el propio interlocutor presume.
Sin embargo, el impacto del audio no reside únicamente en su contenido literal, sino en el uso del nombre de una Ministra de la Suprema Corte como recurso discursivo para aparentar poder, influencia o protección institucional. Se trata de una práctica que, aun sin colusión real, erosiona la confianza pública en las instituciones judiciales.
Miguel N. ha sido señalado en distintos espacios por una conducta reiterada: *Presumir influencias, jactarse de control sobre procesos legales y hablar de supuestos respaldos “desde arriba”. No se trata de la primera ocasión en que utiliza el lenguaje del poder como escudo retórico, aun cuando no exista sustento verificable.
En ese contexto, la filtración del audio refuerza la imagen de un personaje que no necesariamente ejerce poder real, pero que “busca construir la percepción de que la justicia puede doblarse, negociarse o someterse” mediante contactos personales.
La trayectoria y función obligan, por principio, a asumir que la Ministra Loretta Ortiz Ahlf no participa en ese tipo de prácticas. Precisamente por ello, el caso subraya la importancia de deslindes claros cuando la investidura judicial es invocada de manera irresponsable.
