–Mientras cientos de internos en Tehuacán esperan días por una visita o atención médica, Miguel Ángel N. “El Animal” goza de habitación especial, visitas diarias y contacto con el exterior.
Tehuacán, Puebla. — A menos de dos meses de haber sido designado como director del Centro Penitenciario Regional de Tehuacán, César Augusto Camacho Torres enfrenta cuestionamientos por presuntos privilegios indebidos al empresario recluido Miguel Ángel N., conocido como “El Animal”, procesado por el delito de extorsión en agravio de su sobrino y socio, Alfonso Celis Enecoiz.
Camacho Torres llegó al cargo con el compromiso de erradicar las irregularidades que marcaron a la administración anterior: cobros indebidos a familiares para ingresar a visitas, uso de teléfonos celulares dentro del penal, acceso a televisores y pagos por trato preferencial. Sin embargo, fuentes internas aseguran que el nuevo director ha permitido exactamente aquello que debía corregir.
De acuerdo con testimonios del personal penitenciario que pidieron anonimato, Miguel Ángel N. no comparte celda ni espacios con el resto de los internos, sino que permanece de forma permanente en el área de enfermería, un espacio acondicionado para su comodidad y aislado de la población general.
Entre los privilegios que goza “El Animal”, se señalan:
• Visitas diarias sin restricción, a pesar de que el reglamento penitenciario limita este derecho a un número determinado por semana.
• Ingreso de comida especial y ropa limpia todos los días, sin los controles habituales de revisión.
• Uso de dispositivos de comunicación, lo que le permite mantener contacto con el exterior y posiblemente coordinar asuntos personales o empresariales.
• Permanencia en el área médica, aun cuando no presenta padecimientos que justifiquen su estancia prolongada en ese lugar.
“Lo que hace el dinero” señalaron fuentes penitenciarias quienes aseguran que incluso recibe atención preferente del personal del penal.
Estas condiciones de privilegio contradicen los lineamientos del sistema penitenciario estatal, que establece igualdad de trato y la prohibición de beneficios discrecionales.
Ante estos hechos, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y el gobernador, deberían intervenir para investigar los privilegios otorgados a Miguel Ángel N. y garantizar que el sistema penitenciario de Tehuacán no se convierta nuevamente en refugio de corrupción y tráfico de influencias.